Supe de este libro por Salvador, indirectamente a través de
Mª Paz, por supuesto.
Y fue una excelente recomendación, tanto, que me quedé
anoche despierta hasta las tres de la mañana , porque no podía parar de leer, tenía que conocer
la verdad, cuando creía que ya estaba resuelto un enigma, surgía otro que lo
desestructuraba, o lo volvía del revés, comenzando de nuevo la trama por donde
lo dejaba .
Comienza con la descripción del éxito de un joven autor, Marcus Goldman, con
la publicación de su primer libro, de cómo se estanca a la hora de escribir un
segundo, acuciado por su público, y sobre todo por su infame editor, y cómo
acude a un antiguo profesor de Universidad para implorar ayuda.
Llega a la ciudad de Aurora, donde vive su mentor, y se ve
envuelto en la investigación del asesinato de la joven Nola Kellergan,
descubierto recientemente su cadáver después de treinta años desaparecida. Harry
Quebert, su admirado maestro es el principal sospechoso.
Es una historia de amor, y hace que el lector se enamore de
la idea del amor, del concepto. Pero de muchos tipos de amor, amor prohibido,
amor platónico, amor de un padre por una hija, amor de madurez, amor de
juventud, amor oculto, amor no correspondido…Y hay una frase que me ha
cautivado: “Pero le había conquistado.
Había incendiado su alma”. Refiriéndose a lo que se siente cuando alguien
que conoces te deja sumido en esa magnífica sensación con la que comienza todo
enamoramiento.
Todo es por amor, todas las muertes, todos los engaños, las
mentiras, los silencios…
Pero sobre todo es la narración de un crimen, no olvidemos
que la otra cara del amor es el odio, y por
amor/odio se comenten las más atroces transgresiones.
También es la historia de un aprendizaje, en cada capítulo
nos desvela cada uno de los treinta y un consejos que Harry Quebert dio a su alumno
favorito en su periodo docente, cómo manejaba conceptos y ejemplos cotidianos
para hacer de su discípulo un brillante
escritor.
Me encantan los giros argumentales, la espiral frenética de
acontecimientos que revuelve los sucesos y causan un auténtico caos, para ,
acto seguido, ir ordenándose y despejando poco a poco el desenlace, que me ha
dejado con un impacto en el corazón, como dice el propio Harry Quebert:
“Un buen libro, Marcus, es un libro que uno
se arrepiente de terminar”.
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