Translate

domingo, 15 de septiembre de 2013

El niño de la nieve. M.J.McGrath.


Ya era hora de abandonar mis escarceos veraniegos con otros tipos de novela  para  centrarme en la novela negra, por la que siento auténtica devoción.

Esta vez me he decantado por la segunda entrega de la serie protagonizada por la valiente inuit  Edie Kiglatuk. Y lo he hecho debido a que esta semana una compañera de trabajo que se ha jubilado recientemente me ha hecho un regalo. Me encontré encima de mi mesa un ejemplar de Calor Helado, el primer libro, que ya he posteado anteriormente, y que me encantó. Bueno, pues este regalo venía firmado con una emotiva dedicatoria para mí, lo que me ha  resultado enternecedor.

Así, para dar las gracias a mi amiga Águeda por su regalo tan especial, voy a dedicarle el post de la siguiente novela de McGrawth, publicada en 2012.


Edie y Derek Palliser abandonan su Autisaq natal  para viajar a Alaska, acompañando a Sammy Inukpuk , el ex marido de Edie, ya que participa en una carrera de trineos tirados por perros.

Como no puede ser de otra manera, se ven inmersos en una investigación al encontrarse Edie con el cadáver de un bebé en la nieve.


Engloba esta aventura las características de la anterior novela, la magnífica descripción de los espectaculares paisajes helados, las extravagantes  peculiaridades de los inuit, las particularidades de la protagonista, una mujer testaruda, audaz, independiente, con un acusado sentido de la justicia, y un enorme secreto. Aunque no cree en la justicia de los qalunaat, los blancos, cree en la justicia de las fuerzas de la naturaleza, como buena cazadora, y nada le frena en su búsqueda de la verdad, ni siquiera los miembros de una supuesta secta rusa llamada Los Oscuros  Creyentes.


Al inicio del libro incluye un mapa, de gran ayuda para situarse geográficamente, ya que la acción se desarrolla en la localidad de Anchorage (con esa deliciosa sonoridad de su pronunciación en inglés), y continúa a lo largo del inhóspito bosque alasqueño hasta Nome, cerca del Estrecho de Bering.






Al final del libro, para gran regocijo mío y de mis amigos (y hermana) filólogos, la autora ha incluido una nota acerca del idioma inuktitut, que para ellos diré,  es una lengua polisintética muy elaborada de la familia esquimo-aleutiana. Esta nota se justifica ya que la autora del libro es una estudiosa de la raza inuit, y posee un vasto conocimiento acerca de todo lo referente a este grupo humano procedente de una parte del mundo tan distinta a la nuestra, y  por ello, me gustaría deleitarme y a vosotros con unas notas que me han llamado poderosamente la atención:


“Zach era inupiaq; procedía originalmente de la isla Diómedes Menor, en el estrecho de Bering. Su esposa había nacido en la isla hermana, Diómedes Mayor, a solo cuatro kilómetros de distancia. En los ochenta, la Diómedes Mayor pertenecía  a la Unión Soviética, mientras la Menor pertenecía a los Estados Unidos. Desde los años  cincuenta, los americanos y los soviéticos habían construido enormes e intimidantes puestos de control militar en sus respectivas islas e impedían que las poblaciones locales se visitaran mutuamente”.

“En casa, ella se conocía el terreno como la palma de su mano. Todo tenía un nombre inuktitut y una lógica inteligible para ella: los ríos se nombraban según la clase de peces que albergaban o según la época de su deshielo; los acantilados se conocían por los pájaros que anidaban en ellos”.
Altamente recomendable, si te has leído Calor Helado; si no te lo has leído, primero aquel  y luego  El niño de la nieve, ya que son aventuras diferentes, pero les une un hilo argumental.




Espero que disfrutéis.

2 comentarios:

  1. Gracias, Erica por tus interesantes comentarios y recomendaciones. Como ya leí "Calor helado" (y me encantó) éste será el próximo título a leer, en cuanto termine el que tengo entre manos: "Conjura del pasado", de Mary Jane Clark. Saluditos. Águeda.

    ResponderEliminar
  2. Gracias a tí ,Águeda, por tu comentario, por regalarme el libro y por "presentarme" a esta genial escritora. Un beso enorme.

    ResponderEliminar

Deja tu comentario aquí, te lo agradeceré.